El conflicto USA – Musulmanes y la IE

El conflicto estadounidense-musulmán y la inteligencia emocional

Por el Dr. Emilio Zermeño Torres

El conflicto en el que, hasta estos momentos, parecen precipitarse Estados Unidos y algunos países Musulmanes es una prueba fehaciente de la rudimentaria inteligencia emocional (IE) que impera en la especie humana.Recordemos que la IE es descrita como un conjunto de habilidades que le in003permiten al ser humano reconocer sus propias emociones y controlarlas, mantener su motivaciones, reconocer y entender las emociones y sentimientos en los demás (empatía), y la habilidad de manejar las relaciones interpersonales.

Como nos pudimos percatar, los estadounidenses, no obstante estar pertrechados en su poderío y arrogancia, han sido víctimas de actos terroristas muy destructivos y sin parangón en propio territorio. La masacre de Nueva York fue cruel y despiadada y la destrucción emuló con creces la modelada en las más grotescas escenas hollywoodezcas. Lo más indignante es que fue dirigida a personas inocentes. El acto es explicable, pero no justificable porque ninguna acción, ningún fin, puede justificar así sea la muerte de un solo ser humano.

Todo parece indicar que los autores de este despiadado acto, de acuerdo a lo que indican las agencias noticieras, han sido motivados por añejos resentimientos y manipulaciones político-religiosas. Sin embargo, el acto en sí nos indica una deficiente inteligencia emocional. Claro que desde la perspecti

va musulmana y muchas otras naciones han existido humillaciones, vejaciones, quizá masacres más grotescas y más extensas que esas, perpetradas por el ejército estadounidense. Pero su revé indicación no puede basarse en respuestas viscerales cargadas de emociones incontroladas como la ira, la frustración, la desesperación o el fanatismo religioso. Sobre todo, se aprecia la carencia de inteligencia emocional cuando no existe autocontrol de la respuesta visceral automática ni una consideración reflexiva y razonada de sus posibles consecuencias. Y algo muy triste, se quieren invocar vanamente designios divinos para justificar los hechos

En la otra cara del escenario, los Estadounidenses, también escudados en el nombre de Dios, preparan su «Justicia infinita». No obstante el aparente hiperdesarrollo de su neocorteza, expresado en sus notorios avances científicos y tecnológicos, su solución a este conflicto, así como a muchos otros conflictos mundiales, se ha caracterizado por ser narcisista y visceral. Sobre todo, aprovechando su hegemonía económica y militar, buscan imponerse sembrando temor y muerte. Claro, todo ello bajo el cobijo de hacer justicia y sembrar el orden y la civilidad. También, pertrechados en esta fuerza, creen poder detener esta espiral de violencia figurando ellos como victimarios. Pero este tipo de espiral no se detiene, sigue su inercia visceral y así, es posible que tarde o temprano de victimarios vuelvan a jugar el papel de víctimas. También los estadounidenses han mostrado su impericia emocional al no considerar objetivamente las consecuencias del uso de la violencia en la solución de conflictos. ¿Hasta qué punto serán capaces de llegar los Musulmanes, cuando consideran que sus actos de terrorismo son un designio de Dios? ¿y hasta qué punto serán capaces de llega los estadounidenses cuando ellos mismos se autoerigen celadores y guardianes del mundo e intentan imponer por la fuerza su «orden» político y económico?

¿Quién detendrá esta avalancha de respuestas viscerales cruzadas? Yo espero que finalmente surjan naciones y líderes capaces de contenerla. Líderes religiosos y humanistas deben unificar esfuerzos y proponer soluciones basadas ante todo en la inteligencia emocional.

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