Los Tiempos Límite y el Estrés
Por el Dr. Emilio Zermeño Torres

Cuando tenemos fechas límites y plazos que cumplir como un final de cursos, el tensionómetro asciende a grados peligrosos y amenazantes.Ahora sí que como dice el viejo refrán «riata no te rompas que es el último jalón», deseo en esta ocasión continuar haciendo algunas recomendaciones que te capaciten no solo para manejar el estrés con eficiencia, de modo que tu organismo soporte incólume los embates de las presiones de fin de cursos, sino además que te posibiliten dar este último tirón exitosamenes013te.

Quiero suponer que el estrés que estás experimentando es un «eustress», es decir, un estrés benéfico que te ayudará a alertarte, estudiar mejor y presentar más exitosamente trabajos y exámenes finales. Este tipo de estrés es muy deseable porque te confiere mayor energía, te ayuda a estar más atento y te posibilita un mayor rendimiento. Sin embargo, percátate de que este eustress no se convierta en distress o estrés malo, estrés mal controlado, que no solo te puede llevar a un pobre rendimiento, sino además a desarrollar problemas de salud física y de índole psicológico. Algunos de los problemas de salud que tu puedes presentar y que ya habrás experimentado alguna vez por estos motivos son problemas cardiovasculares como taquicardias, hipertensión arterial y migrañas; problemas gastrointestinales como colitis, gastritis, úlceras estomacales, acidez estomacal etc.; trastornos músculo-esqueléticos como tensiones musculares, tics nerviosos, dolores de cabeza, entre otros; Trastornos genito-urinarios como infecciones o como problemas de impotencia o frigidez. También podrás experimentar trastornos conductuales o psicológicos como irritabilidad, agresión, depresiones, poca concentración o trastornos del sueño (insomnio). Y por si ésto fuera poco, recuerda que tu sistema inmunológico disminuye notablemente su eficiencia por lo que te vuelves más susceptible a enfermedades y problemas infecciosos. Así, podrás desarrollar gripas, enfermedades gastrointestinales o problemas de la piel, y curiosamente, justo habiendo terminado los exámenes!

¿Cómo minimizar estos problemas y lograr un mejor control del estrés? Recuerda que hemos venido proponiendo varias estrategias de control del estrés. Algunas se basan en el manejo de las actitudes o valoraciones que hacemos de los estresores, en este caso de los exámenes. Quizá sea importante que te preocupes de lograr una buena calificación, pero finalmente reflexiona que la vida y la salud son más importantes. Disminuir tu promedio no es catastrófico, después lo podrás mejorar. En cambio, los daños a la salud y a tu auto-estima pueden ser graves e irreversibles.

Otras técnicas se fundamentan en el control adecuado de nuestro medio ambiente y nuestros comportamientos. Para ello es muy importante que hagas una adecuada organización y administración de tu tiempo. Sería conveniente que con anterioridad hicieras un plan de estudio para tus exámenes y trabajos finales. Distribuye el tiempo de acuerdo a los requerimientos de cada materia tomando en cuenta tus dificultades personales. También es conveniente que te programes mental y medioambientalmente. Esto quiere decir que necesitas programarte para que durante este tiempo todo gire en torno a tu plan de trabajo. De preferencia que no haya desveladas, menos aún por motivos de fiestas o demasiado relajamiento. El lugar de trabajo tiene que ser el adecuado, es decir, el lugar de trabajo «te tiene que invitar al trabajo y al estudio». Si este lugar te invita a hacer otras actividades sobre todo incompatibles con el trabajo y el estudio, el lugar no es el adecuado. Lo mismo podemos decir de las compañías con quien decides estudiar.

También existen técnicas para controlar el estrés desde la perspectiva de tu organismo. Tu cuerpo es el vehículo o instrumento para lograr tus objetivos. Si deseas tener un buen rendimiento nada mejor que tener en condición a tu organismo. Tu cuerpo va a ser expuesto a altos niveles de tensión por lo que lógicamente necesita estar fuerte y resistente. Algunas recomendaciones:

· Procura dormir lo mejor posible. El sueño tiene la finalidad de restablecer tus energías. Entre menos duermas, más vulnerable serás al estrés.

· Come adecuadamente. Ingiere alimentos lo más naturales y sin cocinar posible ya que éstos contienen energía (encimas). No ingieras muchas féculas (harinas o carbohidratos) ya que éstos, para ser procesados por tu organismo requieren robarle energía ya que esos alimentos no cuentan con sus propias encimas. A su vez, todo lo que son azúcares y harinas necesitan para su procesamiento el complejo vitamínico B (el cual no es incluido en estos alimentos), por lo que se lo roban al organismo, quedando éste deficiente en estas vitaminas tan importantes en la reacción de estrés.

· Emplea consistentemente alguna técnica de relajación, meditación o autohipnosis. Ya en otras ocasiones hemos hablado de la importancia de estas técnicas.

· Por último, practica un ejercicio físico o deporte. Aún cuando pienses que no tienes tiempo para ello, reflexiona que el ejercicio, amén de todos sus efectos antitensionantes y de fungir como un liberador natural de presión, hace que el cerebro libere endorfinas, drogas naturales tranquilizantes y calmantes. Además, tiene efectos tranquilizantes en la mente. Paradójicamente, cuando más necesitamos hacer ejercicio menos interés y menos agrado de hacerlo tenemos, y más sedentarios nos convertimos.

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