Un paradigma para el manejo exitoso del estrés

Por el Dr. Emilio Zermeño Torres

En una serie de publicaciones sobre el estrés que he venido haciendo en este rotativo, he propuesto varios paradigmas para entender el estrés, así como algunas estrategias que nos permitan convertir la energía excesiva del estrés, en energía positiva y productiva.También hemos visto la extraordinaria semejanza que muestran las respuestas de estrés del ser humano con las de sus parientes más cercanos en la escala evolutiva. Ya que el estudio de animales nos permite entender más cabales003mente este tipo de respuestas, es obvio que su estudio nos lleva a una mayor entendimiento del estrés en el ser humano. En adelante me abocaré a publicar una serie de artículos que proponen varias estrategias para el control y manejo del estrés. Deseo enfatizar que el enfoque que seguiré en las propuestas para controlar el estrés asume una visión holista e integrativa del ser humano. Tenemos que considerar al ser humano como un ser en esencia unitario, compuesto de varias estructuras y funciones, pero que todas funcionan dentro del «holon» llamado ser humano.

Valga recordar que desde la antiguedad ha imperado una visión dualista del ser humano. Ya desde los filósofos griegos, Sócrates y Platón, el ser humano era concebido como un ser compuesto por razón o psique y materia corpórea o soma. Había definitivamente una división entre el alma o vida racional y el cuerpo, alma impulsiva y pasional. Después aparecieron los grandes filósofos cristianos del Medievo (el más elocuente fue Tomás de Aquino) que, fundamentados en aquellos filósofos, al respecto de los dos tipos de estructuras, siguieron impulsando un enfoque dualista del ser humano. Y posteriormente aparecen en escena algunos de los grandes filósofos de la edad moderna como Descartes, y otros rebeldes románticos como Kant, que apuntalaron aún más una visión dualista occidental del ser humano.

Hoy en día los resabios de estas concepciones están aún vigentes y el ser humano es concebido prácticamente como un ser compuesto por estructuras biológicas, mentales y conductuales que se asumen trabajan separadas e independientemente. Esto implica que puede haber enfermedades o funciones que son específicas de cada estructura y que son independientes. Así, los desórdenes físicos son tratados físicamente por un especialista físico, el médico, y los desórdenes psicológicos, que a su vez son independientes, son tratados por otro especialista, el psicólogo. Sin embargo, esta concepción, lejos de darnos una explicación útil que facilite el control del estrés, y por tanto nos guíe a la salud física, termina por confundirnos y hacernos más difícil este objetivo.

La propuesta de la psicología moderna es de carácter unificador e integrativo. Implica que para poder hacer un adecuado diagnóstico y una explicación objetiva del estrés y de sus consecuencias en la salud del ser humano, es necesario considerarlo como un ser compuesto por estructuras mentales, biológicas y conductuales, pero consideradas como parte de una unidad, interdependientes y mutuamente influyentes. Esto implica que todas las enfermedades físicas y todas las desadaptaciones emocionales y psicológicas son al mismo tiempo psíquicas y somáticas.En palabras sencillas, todo lo que impacta al cuerpo repercute en la mente, y todo lo que elucubra la mente tiene efectos y consecuencias corporales.

Podemos citar como comprobaciones interesantes de esta tesis las siguientes. En algunas investigaciones llevadas a cabo en hospitales oncológicos (especializados en cáncer) para mujeres en los Estados Unidos se ha demostrado que el común denominador o antecedente común en muchas de ellas ha sido precisamente una pérdida emocional muy dolorosa, por muerte del ser querido, por divorcio o separación. Aparente causa última del cáncer: el desquiciamiento psíquico que provoca un fuerte estrés con alteraciones en el sistema inmunológico y en última instancia, en el metabolismo celular.

Otra prueba interesante. Deepak Chopra, el eminente médico norteamericano que combina las nociones del Ayurveda Maharishi , sistema oriental de medicina preventiva y atención de la salud, con las nuevas concepciones de la medicina occidental, nos narra el caso de Timmy, un niño de seis años que sufre de personalidad múltiple. Cuenta con más de doce personalidades por separado, cada una con sus propios modelos emotivos, inflecciones vocales, preferencias y aversiones. Sin embargo, en el caso de Timmy se observa claramente la fuerte influencia de la psique sobre el cuerpo. No solamente cambia n estos aspectos psicológicos conforme cambia de una personalidad a otra, sino también, ocurren drásticos cambios corporales. Por ejemplo, se ha observado que en una personalidad puede sufrir diabetes y la persona será insulinodeficiente por tanto tiempo como esa personalidad esté en vigor. En cambio otras personalidades pueden estar completamente libres de diabetes y sus niveles de insulina resultarán normales. Del mismo modo, una personalidad puede tener hipertensión arterial, y las otras no; hasta cicatrices, verrugas y otros daños de la piel pueden aparecer y desaparecer con el cambio de personalidades. Incluso, nos comenta Chopra, existen personalidades que pueden transformar el color de sus ojos de azul a marrón. ¿puede existir prueba más contundente de la unión indivisible soma-psique?

Dada, pues la necesidad de considerar al ser humano como un ser compuesto indivisiblemente por soma y psique, me propongo escribir para los siguientes números de este rotativo sobre algunas técnicas de control y manejo del estrés, pero fundamentadas en este modelo holista e integrativo.

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