Visión del Ser Humano

Por el Dr. Emilio Zermeño Torres

¿Qué es el hombre? ¿Qué es un ser humano? Estas preguntas han sido transcendentales a lo largo de toda la historia de la humanidad. Y lo son precisamente porque la concepción de ser humano que se adopte determinará la filosofía, los valores y finalmente el modus vivendi de la sociedad.Por ejemplo, desde el punto de vista de la psicología, la concepción de ser humano se traducen a modelos y así tenemos una gran diversidad de ellos que muchas veces asumen entre sí concepciones quein009 no solo son contrarias sino contradictorias. No obstante, todos los modelos presumen darnos explicaciones cabales sobre lo que es el ser humano. En términos un tanto metafóricos tenemos en psicología el modelo rata de Skinner, el modelo científico, el modelo hidráulico de Freud, el modelo transpersonalista o humanista de Maslow, Rogers y otros, el modelo sistémico, el modelo cibernético, para citar algunos. Sin embargo, a lo largo de toda la historia de la humanidad, y también dentro de la psicología, se han adoptado dos posturas antagónicas: el dualismo en contraposición al monismo. Explico a continuación que implica una y otra postura.

Si recurrimos a la visión que han tenido los grandes filósofos para saber cómo han considerado al ser humano necesario recurrir a una visión holista e integrativa del ser humano. Tenemos que considerar al ser humano como un ser en esencia unitario, compuesto de varias estructuras y funciones, pero que todas funcionan dentro del holon llamado ser humano.

La postura Dualista ha sido muy importante en la historia del ser humano. Ya desde los filósofos griegos, Sócrates y Platón, el ser humano era concebido como un ser compuesto por razón y materia corpórea. Había definitivamente una división entre el alma o vida racional y el cuerpo, alma impulsiva y pasional. Después aparecieron los grandes filósofos cristianos del Medievo (el más elocuente fue Tomás de Aquino) que, fundamentados en aquellos filósofos, al respecto de los dos tipos de estructuras, siguieron impulsando un enfoque dualista del ser humano. Y posteriormente entran en escena algunos de los grandes filósofos de la edad moderna como Descartes, y otros rebeldes románticos como Kant, que apuntalaron aún más una visión dualista occidental del ser humano (recuérdese el aforismo pienso, luego existo).

Hoy en día los resabios de estas concepciones están aún vigentes y el ser humano es concebido prácticamente como un ser compuesto por estructuras biológicas, mentales y conductuales que están separadas y trabajan independientemente. Esto implica que puede haber enfermedades o funciones que son específicas de cada estructura y que son independientes. Así, los desórdenes físicos son tratados físicamente por un especialista físico , el médico, y los desórdenes psicológicos, que a su vez son independientes, son tratados por otro especialista, el psicólogo.

Sin embargo, la propuesta de la psicología moderna es que para poder hacer un adecuado diagnóstico y explicación del ser humano, es necesario considerarlo como un ser compuesto por las misma estructuras mentales, biológicas y conductuales, que son interdependientes y mutuamente influyentes pero consideradas como parte de una unidad. Esto implica que todas las enfermedades físicas y todas las desadaptaciones psíquicas son al mismo tiempo psíquicas y somáticas.

Las consecuencias prácticas de esta concepción en su aplicación al ser humano son múltiples. Si queremos realmente entender al ser humano para poderlo desarrollar y estimular o para revertirle algunos problemas, éstas tienen que estar basadas concepciones integrativas que consideren al mismo tiempo los aspectos psíquicos y biológicos del ser humano.

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