Cómo crear la felicidad I
Por el Dr. Emilio Zermeño Torres

En mi artículo pasado mencioné que existen tres tipos de felicidad: la felicidad o dicha causada por agentes externos, la dicha que descubrimos y disfrutamos en nuestro ambiente, y la dicha de que somos creadores. En ese artículo abordé los dos primeros tipos de dicha, en esta ocasión, trataré el tema de cómo convertirnos en agentes activos de nuestra propia felicidad.De lo que hemos vertido en torno a la verdadera felicidad se desprefe003nden varias consecuencias psicológicas que nos darán la pauta para ser más felices. La primera idea es resensibilizarse a lo que se hace y al momento presente. Es decir, es muy importante quitar el tedio y la monotonía a las actividades cotidianas. Es necesario entregarse con ánimo al trabajo cotidiano y vivir con pasión cada instante que se vive.

Ya mencioné en otro artículo que uno de los problemas más frecuentes que bloquean la felicidad es precisamente esa obsesión humana de basar la felicidad en un insistente acto de proyección hacia el futuro. Es decir, siempre estamos condicionando nuestra felicidad a eventos futuros como»¦ yo seré feliz «cuando termine mi carrera», «cuando me case», «cuando ponga mi negocio» «cuando tenga mi propia casa», «o cuando mi marido cambie», etc. Cómo nos ilumina en este punto la frase de Roberto Luis Stevenson:

Es mejor viajar colmado de esperanzas que llegar a puerto

Si mantenemos la convicción de vivir intensamente el presente, disfrutando con conciencia de todos sus instantes, podremos rescatar más momentos de felicidad, que de otra forma pasan desapercibidos. Recordemos a Viktor Frankl, el creador de la Logoterapia, que nos dice que la clave de la salud mental es descubrir el sentido a la propia vida y esto puede lograrse en lo que se hace o se crea en nuestra cotidianeidad, en vivir algo o amar a alguien, y aún en el sufrimiento y en las situaciones desesperadas, como él mismo lo pudo lograr en el campo de concentración nazi. La felicidad que extraerla de una buena relación, de una sincera conversación o hasta de una penosa reconciliación. Una vez atrapada, hay que mantenerla continuamente con es-fuerzo y dedicación porque nuestra simple condición humana la hace efímera y frágil.

Otra propuesta psicológica para lograr la felicidad es no buscarla en sí misma, sino en el deber que tenemos como seres humanos y en el deber que tenemos de acuerdo a nuestras circunstancias específicas, en nuestra familia y en nuestro trabajo. La misma obsesión por conseguir la felicidad nos angustia y nos reduce las opciones de felicidad. Y el mismo agrado por cumplir con nuestro deber nos dará felicidad por añadidura. Precisamente recomiendo para este tema el interesante libro de Paul Watzlawick, «El Arte de amargarse la Vida» (1983. Barcelona, Herder). Una estrategia que nos puede ayudar bastante en conseguir la felicidad es valorar el propio yo y sus circunstancias. Valorar lo que se es, lo que se tiene, lo que se hace.

El trabajo tenemos que convertirlo en consciente y gratificante, quizá jerarquizándolo en nuestra escala de valores y encontrándole su verdadero sentido. Es importante quererse a sí mismo y aceptarse con todas nuestras virtudes y limitaciones. La autoestima se construye precisamente de la valoración mental que hacemos de nosotros mismos y de los sentimientos asociados a ella. Por lo mismo, nos puede ayudar preguntarnos cuál es el concepto que tenemos de nosotros mismos y los sentimientos asociados a él. Como ya lo sabemos, un concepto negativo sobre nosotros mismos va muy frecuentemente asociado con infelicidad. Las siguientes elocuentes palabras de Andrés nos proyectan luz sobre estos conceptos
…El neurótico no es infeliz porque le falte algo, sino que no sabe gozar de lo que tiene. No le faltan «cosas»; se falta él a sí mismo. De modo que la solución no vendrá nunca de adquirir más»¦, sea esto lo que sea, sino de cambiar de actitud respecto a sí mismo. En mi siguiente artículo seguiré disertando sobre más propuestas psicológicas para conseguir la felicidad.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *