¿Fuerza de voluntad o auto-control? (2)

¿Fuerza de voluntad o auto-control?

Por el Dr. Emilio Zermeño Torres

En mi artículo pasado comenté que para hacer realidad y efectivamente comprometerse en los propósitos de año nuevo es muy importante incorporar lo que la psicología nos enseña.

Desde tiempos muy antiguos se ha considerado que lo que subyace al auto-control efectivo (o control emocional o conductual exitoso de uno mismo) es lo que se denomina como fuerza de voluntad (componente mental). Sin embargo, el concepto de voluntad es un concepto tan abstracto y etéreo que no nos dice nada acerca de los «cómo». Si yo fallo porque no puedo dejar de fumar, sencillamente se debe a que «no tengo fuerza de voluntad» para vencer la tentación. Vencer la tentación significa renin002unciar a los beneficios placenteros de una acción inmediata, con el fin de alcanzar otro tipo de beneficios a largo plazo considerados más valiosos. Pero, ¿cuanta fuerza de voluntad me hace falta, cúantos grados? ¿qué debo hacer para incrementarla? Definitivamente este concepto no nos ayuda para estos propósitos. Quizá sea útil para explicar en términos generales el comportamiento de excepcionales hombres virtuosos, pero no nos es útil para ayudarnos a explicar porqué personas más terrenales fallan en implementar sus intenciones, sobre todo en presencia de «fuertes tentaciones». Por ejemplo, Consideremos el caso de Gandhi, hombre ejemplar y virtuoso que solía, después de décadas de abstinencia sexual, dormir en su mismo campamento acompañado por atractivas doncellas, para demostrar su habilidad de abstenerse sexualmente.
Sin embargo, en la mayoría de los mortales, este concepto no es suficiente para lograr controlarse, pues elegimos las consecuencias dañinas pero placenteras inmediatas, a los beneficios a largo plazo . Elegimos en un momento dado seguir consumiendo alcohol pues nos relaja y nos desinhibe, no obstante a sabiendas de que a largo plazo menoscaba nuestra salud y nuestro bienestar.

Para explicar el concepto de auto-control la psicología ha recurrido al análisis de personas «ordinarias» que logran un excelente control de sí mismas mediante el manejo del medio ambiente. Por ejemplo, es elocuente el caso de Odiseo de la mitología griega quien logra sus propósitos tex001″venciendo la tentación». Homero nos narra 800 años antes de Cristo, cómo Odiseo y sus marineros logran navegar a través de un estrecho rocalloso e donde los cánticos de las sirenas se tornaban tan atractivos, que guiaban a los marineros a su misma muerte naufragando en los arrecifes. Pero Odiseo deseaba escuchar el bello cántico, obviamente sin ser sepultado por las aguas. Así ideó una astuto ardid, ejemplo de eficaz auto-control. Ordenó a sus hombres ser amarrado al mástil de su buque y que no importara qué tanto él ordenara y suplicara ser liberado, lo mantuviesen así hasta pasar los arrecifes. A su vez colocó cera en los oídos de sus marineros de modo que no pudiesen oír sus órdenes ni el cántico de las sirenas. Es decir, dado que Odiseo sabía que una vez confrontado con la fuerte tentación, prácticamente él no podría eludirla, maquinó toda una estrategia manejando las condiciones medioambientales de modo que así pudiese salir victorioso sobre ella. Y lo logró.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *